domingo, 28 de septiembre de 2008

COACHING

Antes de verano tuve una interesante reunión con un alto directivo de una importante empresa española de consultoría. Charlando sobre los proyectos futuros de cada uno de nosotros le comenté que tenía decidido acreditarme como coach ejecutivo. Él me preguntó si quería dedicarme a esta profesión. Le contesté que era muy probable. Entonces ésta persona, conocedora de mi trayectoria como formador en aula, me dijo: "está bien, hasta ahora has cobrado por hablar de pié, ahora cobrarás por escuchar sentado".
He recordado esta anécdota al leer un post de José Luis del Campo Villares en su blog en el que explica o define mediante una fábula el concepto de coaching. Tomo prestado de dicho blog la historia:
Dos amigos se encuentran en un bar después de la jornada laboral y uno se empieza a quejar del excesivo trabajo que realiza diariamente. El otro, que es un coach reconocido, le escucha. Tras terminar de hablar y quejarse, haciendo hincapié en que su trabajo si que es de verdad y no el de ser un “coach” como su amigo, éste le mira y le hace una pregunta: ¿Serías capaz de comerte un elefante? La respuesta inmediata del amigo “quejoso”, era que “no”, “qué si estaba loco”, “qué como se iba a comer un elefante con lo grande que era”. El amigo que era coach tras escuchar la respuesta le mira y le dice: “Pues mi trabajo es que digas que sí a la pregunta de que si eres capaz de comerte un elefante”. El primero se reía y negaba con la cabeza diciendo que eso era imposible. Ante esto, el coach le razonó de la siguiente manera. “Yo te he preguntado si eras capaz de comerte un elefante y tu mentalmente te has hecho una idea preconcebida de ti mismo comiendo un elefante y has dicho que no eras capaz”. Si te digo que un elefante africano anda por las 7 toneladas de peso, me dirías también que no serías capaz. Contando que su esqueleto puede andar por la tonelada y media, quedarían 5,5 toneladas. Si eliminamos vísceras no comestibles, te quedarían en torno a las 4 toneladas de carne. Si te pregunto otra vez que me contestarías. El otro respondió que no sería capaz de comerse 4 toneladas de carne. Correcto le dice el coach. A ti que te gusta comer, comes habitualmente chuletones un par de veces o tres por semana de 1kilo más o menos, si te divido las 4 toneladas en raciones de un kilo, podrías comer 4000 días un chuletón. A esto el otro le contesta que si come 4000 días seguidos carne se moriría. El coach asintió con la cabeza y le preguntó ¿Quién te ha dicho que tengas que comer todos los días lo mismo? Si comes 3 veces por semana carne, en raciones de un kilo, en 30 años te habrás comido todo el elefante. A lo que el otro responde “es que visto así”. El coach le volvió a preguntar: ¿serías capaz de comerte un elefante? y el primer amigo contestó: visto así, si que podría”.

1 comentario:

José Luis del Campo Villares dijo...

Buenas noches.

Me alegro de que te guste la "pequeña fábula". Es muy gráfica y creo que te vendrá bien en la profesión que deseas comenzar.

La persona que habló contigo tien toda la razón, vas a empezar a escuchar de pie o sentado, pero a escuchar. Te animo a que empredas esta trayectoria profesional que es muy bonita y gratificante. Pero recurda, olvida tu faceta de formador y empieza por la escucha activa. Tendrás los éxitos asegurados.

Para lo que me necesites no dudes en decírmelo.

Un saludo