lunes, 22 de septiembre de 2008

TOMA DE DECISIONES

Equivocarse es de humanos. Tomar decisiones también es una actividad humana. Por tanto, equivocarse en la toma de decisiones es humano.
Siempre, en la literatura más clásica, se ha señalado que existen cuatro motivos o causas que explican los errores en la toma de decisiones. El primer motivo se refiere al método que se aplica en la toma de decisiones. Lo deseable sería que el método fuese racional y objetivo. Pero los errores nacen bien porque dicho método no existe, bien porque existe pero no se aplica de modo riguroso o bien porque existe pero no contempla la gestión de riesgos.
Un segundo grupo de causas que explican los errores en la toma de decisiones son los relacionados con los datos que se manejan durante el proceso de toma de decisiones. Si los datos son incompletos, están sesgados o no aplican a la situación sobre la que se debe decidir el resultado, la decisión tomada, será de mala calidad.
El tercer motivo se relaciona con las distorsiones psicológicas asociadas a los procesos de atención y percepción. De un modo poco académico pero claro sería decir que "vemos lo que queremos ver" y "atendemos a lo que entendemos". Por tanto los prejuicios, juicios de valor, creencias y valores personales son elementos que se filtran inconscientemente en el proceso de toma de decisiones disminuyendo la posibilidad de encontrar la decisión más adecuada.
El cuarto motivo que se cita habitualmente para explicar los errores en la toma de decisiones es el que habla de las distorsiones de tipo social o grupal. Dentro de los grupos las personas nos influímos mutuamente haciendo que ciertas opiniones y puntos de vista predominen sobre otros. La obediencia debida, el temor a disentir, el efecto "group thinking" o la sanción social son ejemplos de mecanismos de influencia que interfieren en el proceso de toma de decisiones.
Pues bien, existe un quinto motivo que explica las malas decisiones que a veces vemos que se toman. Se refiere a que la excitación sexual influye también en el proceso de toma de decisiones y por tanto en la calidad de las mismas. Este hecho lo investigaron en el año 2001 George Loewenstein, titular de la cátedra de economía y psicología Herbert A. Simon De la Universidad Carnegie Mellon, y Dan Ariely, profesor de psicología del consumo en el MIT, profesor invitado en el Boston Federal Reserve Bank y miembro del Institute for Advance Study de Princeton.
Según estos investigadores, si bien la excitación sexual es algo familiar, personal, humano y natural, la pasión nos puede cambiar hasta un punto inimaginable, de modo que las decisiones tomadas "en caliente" (en el sentido sexual de la expresión) no suelen ser las más afortunadas. Queda así explicado el origen y sentido de la expresión "paja mental".
Ahora ya sabemos explicar mejor la causa de tan malas decisiones como vemos a nuestro alrededor. Pero no cantéis victoria: si alguien toma una decisión desafortunada podremos investigar dentro de la legalidad si estuvieron presentes algunas de las cuatro primeras causas, pero en la quinta no podremos intervenir pues atañe al ámbito íntimo y privado de las personas. Una pena.